Debido a la sequía, el Ayuntamiento ha restringido el suministro de agua a sólo cinco horas al día. Los vecinos convocan una junta y deciden excavar un pozo en el patio. Emilio consigue trabajo por las noches de agente de seguridad en un centro comercial y lo oculta a los vecinos. Belén, harta de estar sola, ha decidido volver con él. El idilio entre Bea y Ana cada día se hace más insufrible para Belén y Carmen, ambas sin pareja. Entretanto, Lucía sigue sin conseguir que Yago le dedique toda su atención. Por otra parte, el padre de Fernando viene a pasar unos días con su hijo y divertirse en la noche gay. Por último, Natalia se ofrece como madre de alquiler a un amigo de Fernando y su esposa que no pueden tener hijos. Título: Capítulo 4: Érase una sequía