Un famoso torero va celebrar su boda con una modelo en el restaurante de Lucía para evitar a los fotógrafos de la prensa rosa. Lucía les da el día libre a todos los empleados y contrata personal cualificado para que la celebración sea un éxito. Vicenta se va de viaje a visitar a una tía suya enferma y Marisa y Concha llaman a un anuncio de jóvenes voluntarios diciendo que están incapacitadas para conseguir que alguien les haga todo gratis durante esos días. Mauri está agotado, todas las noches salen de marcha y los días lo pasan haciendo puenting y deportes de riesgo. Pero él no quiere dejar solo a Diego un momento para que no se lo quiten, así que tiene que aguantar como puede.. Título: Capítulo 8: Érase un famoso